lunes, 5 de noviembre de 2012

Las tumbas, las flores y la Oración !!


Los españoles recuerdan especialmente a sus familiares y amigos fallecidos cada 1 de noviembre. Son muchos los que incluso días antes de esta fecha se acercan para limpiar las sepulturas y tenerlas bien limpias y floreadas para las numerosas visitas en este día. Se trata de una jornada muy especial y emotiva donde uno recuerda a ese ser querido que ya no está entre nosotros.

Los cementerios se llenan de flores de los familiares y amigos de los difuntos. Para las floristerías este es uno de los días más importantes en cuanto a ventas, junto a San Valentín y el Día de la Madre. Nada más que en este puente de “Todos los Santos”, aunque sea el día 2 el de “Los Fieles Difuntos”, se consumen el 10% de las ventas anuales en España. Las flores más vendidas suelen ser los claveles, las margaritas, las rosas, y en menor medida y en contra de lo que ocurría hace años, los crisantemos.




Este año, la crisis, también se ha notado, los ornamentos han sido menos sofisticados e incluso algunos avispados vecinos y en paro, han visto en esto de las visitas a los cementerios una oportunidad, también es verdad, así lo comentaron, jamás habían estado en un lugar santo por este motivo, solo para llevar flores. Al menos, estos dos últimos años.

Como comentábamos antes, hay quien aprovecha la gran afluencia que registra el cementerio estos días para intentar sacarse unos euros. Es el caso de Pedro y Vicente, dos desempleados de una localidad gallega, uno de ellos del sector de limpieza en la obra y otro de albañilería, quienes llevan un par de años ofreciendo sus servicios para pintar los nombres que se van borrando en las tumbas con el paso del tiempo. "Puede oscilar entre diez euros un nombre en una lápida, o veinte si son dos o tres. Hoy ya llevamos cuatro o cinco hechos", explicaron. 



Entre los dos suelen conseguir al menos diez por semana y más estas fechas. La pintura que emplean es esmalte, negra y blanca, azul si es para la tumba de un niño o rosa para una niña, y puede durar un año. "Hay que buscarse la vida como sea porque tenemos que hacer frente a los pagos y a la hipoteca". 

Esta es la otra cara de la festividad de los fieles difuntos, y muy ligada a la de la tristeza del paro de los vivos.

Aún así, son millones de flores los que los españoles compramos para recordar u honrar a nuestros difuntos. Un recuerdo anual a las personas que abandonaron de este mundo y que esperamos, algunos como creyentes, estén en el mejor de los mundos… en la Gloria.
Dios me libre de criticar esta costumbre cristiana que viene celebrándose desde hace tantos cientos de años y que familiares, vecinos y compatriotas míos con mucha devoción vienen haciéndolo. Aunque solo sea una vez al año, acordarse de ese ser querido que ya no están con nosotros y si además rezáramos por su alma, sería maravilloso.

Decía el gran San Agustín de Hipona que; "Una flor se marchita, una lágrima se seca, pero una oración se eleva al cielo y permanece en el Corazón de Nuestro Señor".

 

Con ello, viene a invitarnos a rezar a menudo por nuestros difuntos, aunque no sea día señalado y no vendan flores. Es más, los que me conocen saben que cuando tengo una pequeña oportunidad, saco alguna frase de esa hermosa poesía de Ana María Rabatte y que se titula; “En vida, hermano, en vida”.

Y en momentos como estos, algunas de sus estrofas, vendrían muy bien el recordarlas…




Si quieres hacer feliz
a alguien que quieras mucho…
díselo hoy, sé muy bueno
en vida, hermano, en vida…

No esperes a que se mueran
¿si deseas dar una flor?
mándalas hoy con amor
en vida, hermano, en vida…


Si deseas decir “te quiero”
a la gente de tu casa
al amigo cerca o lejos
en vida, hermano, en vida…

 

No esperes a que se muera
la gente para quererla
y hacerle sentir tu afecto
en vida, hermano, en vida…

Tú serás muy venturoso
si aprendes a hacer felices,
a todos los que conozcas
en vida, hermano, en vida…

Nunca visites panteones,
ni llenes tumbas de flores,
llena de amor corazones,
en vida, hermano, en vida…

Ya lo decíamos, es tiempo de difuntos y también de vivos presentes, en vida, hermano, en vida.

 

 

 

2 comentarios:

  1. Lucila Martínez Bueno6 de noviembre de 2012, 1:16

    Recientemente acabo de perder a mi madre... escasos 2 meses y de forma casi repentina, mi madre eligió ser cremada y siempre me dijo que no quería estar en un cementerio ni quería verme llevarle flores una o dos veces al año. Pienso en mi madre todo el tiempo, la llevo conmigo en mi corazón siempre y Dios me ha dado cada día tantas señales de que está con Él que solo puedo agradecerle cada día que la haya llevado con Él, claro está que viví toda mi vida con ella y hasta el final siempre supo que la amo... por eso no entiendo esto de los cementerios, me parecen la forma menos agradable de recordar a nuestros seres queridos... la muerte es solo la puerta que nos da paso a la vida eterna, no puedo pensar en ella sin vida en un ataud... pienso en ella viva, alegre, con toda la fuerza y la sabiduría que la caracterizan... Gracias amigo, siempre me haces pensar y repensar... un abrazo!

    Lucila

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  2. ese poema es una verdad maravillosa ,aunque muchas personas todavia no saben valorar lo que tienen,, hasta que lo pierden,y entonces son los llantos y las penas como dice Ana Maria,"EN VIDA HERMANO,EN VIDA"

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